Si bien la cuarentena está por terminar, aún no está claro cuándo y cuáles empresas volverán a operar a su máxima capacidad; durante este confinamiento la operación en la Nube ha demostrado tener muchas ventajas: seguridad, agilidad, pago por uso, flexibilidad, entre otros.
Con la actual situación mundial, aquellas empresas que operan en su totalidad o con algunos de sus sistemas en la Nube han logrado adecuar su operación a las circunstancias del negocio. Las organizaciones que se vieron en la necesidad de detener algunas tareas por la pandemia, no tuvieron que seguir pagando por los servicios no utilizados, gracias al pago por uso.
Muchas empresas enfrentan una o una combinación de los siguientes escenarios producto de la contingencia actual:
- a) Menos personal accediendo a las aplicaciones
- b) Menor volumen de transacciones
- c) Menor ventana/horarios de operación
Ante tal situación y bajo el uso del esquema de pago por uso, la reducción en la inversión en la Nube llegó sola.
Las empresas que no cuentan con un servicio de operación externo o herramientas para la gestión del consumo, también pueden utilizar estrategias alternativas para capitalizar los ahorros:
1) Revisar el desempeño de las instancias, estas seguramente operan con holgura, tanto en CPU como en Memoria RAM
2) Revisar y acordar con las áreas del negocio un horario de operación o varios, para las distintas aplicaciones del negocio
3) Estimar con las áreas del negocio el volumen de transaccionalidad esperado
Con la información anterior es posible reconfigurar a la baja los componentes de infraestructura: máquinas virtuales, servicios de bases de datos, contenedores, etc., con lo cual se logra reducir los gastos de operación en por lo menos un 50%, al seguir los siguientes pasos:
- a) Una vez determinado el nivel de holgura del servicio, reducir la configuración acorde con el requerimiento del desempeño actual. Todos los proveedores de Nube cuentan con configuraciones estándar organizadas en familias en función de la relación de sus parámetros de diseño (CPU y Memoria). Entre las opciones en cada familia es posible crecer o decrecer en múltiplos de la configuración vigente. Por ejemplo, reducir a la mitad o a una cuarta parte una determinada configuración.
- b) Automatizar el alta y baja de aquellos componentes de infraestructura que son susceptibles a someterse a un horario. Una vez que se cuenta con la autorización del negocio para operar en un determinado horario de operación; es factible automatizar también el alza y baja de las aplicaciones.
- c) Por último, una vez que se optimiza la configuración de los servicios y fue posible acceder a un menor costo de la configuración, pero el negocio requiere una disponibilidad 7 x 24 de sus aplicaciones, existe otra posibilidad adicional para ahorrar: reserva de capacidad por un plazo forzoso, con lo que se accede a ahorros adicionales.
Los esquemas de reserva cuentan con elementos de flexibilidad que ante la posibilidad de incorporarse a la nueva normalidad en forma paulatina o repentina sea posible regresar a la configuración de mayor capacidad en poco tiempo. Gracias a la Nube, en ningún momento se corre el riesgo de afectar al negocio cuando el volumen de operación regrese a los niveles previos a la emergencia sanitaria.
En el caso de las empresas que no vieron reducida su operación, sino al contrario, la contingencia les trajo un mayor volumen de operación e incluso la necesidad de operar en un horario más amplio y con más demanda, existen características en la Nube que les permiten maximizar el uso de recursos gracias a la elasticidad de la infraestructura que ayuda a evitar inversiones adicionales.
Aquellos negocios que aún no operan en la Nube, esta puede ser la oportunidad para migrar alguna de sus aplicaciones críticas y aprovechar los beneficios de pago por uso o elasticidad.
Acércate a Nubosperta y danos la oportunidad de orientarte en la mejor estrategia para enfrentar los efectos de la pandemia.
Hugo Garcia
Nubosperta CEO
