De acuerdo con la OMS, la contingencia por la Influenza H1N1 causó un daño a la economía mundial de entre 45 mil millones y 55 mil millones de dólares; México –uno de los países de origen del virus–, sufrió un golpe de -0.7% de su PIB, equivalente a 57 mil millones de pesos, según los datos de la Secretaría de Salud en 2009. Las ventas al consumidor cayeron más de 8% en el país, a tasa anual.

México verá reducida su actividad manufacturera debido a la baja en la importación de insumos chinos.

Hoy la pandemia por coronavirus COVID-19 se expande en México. El 23 de marzo se instauró la Jornada de Sana Distancia dictada por la Secretaría de Salud2 , la cual conmina a los ciudadanos a aislarse socialmente, suspende las clases en todos los niveles educativos, recomienda el cierre temporal de negocios no indispensables, y solicita a las empresas reducir el flujo de personas en sus oficinas, sobre todo de aquellas que sean parte de grupos vulnerables ante la enfermedad.

Lo anterior significa que las empresas verán disminuida su capacidad de operación y producción; esto es inevitable, al igual que el impacto económico del negocio; sin embargo las medidas de salud y sana distancia no deben ser fatales si las organizaciones se preparan adecuadamente.

¿Tu organización está lista para enfrentar la contingencia?