En la última década lo que verdaderamente ha permitido que la AI crezca para contar con servicios como Netflix, Alexa, Google Photos, es la flexibilidad, disponibilidad y capacidad que provee la Nube; empresas como Amazon han potencializado sus servicios de la Nube y con ello se ha logrado que desarrollos tecnológicos como el reconocimiento facial, la búsqueda por voz o las sugerencias basadas en el comportamiento del usuario, sean posibles.
Tom Helou, VP de SAP Leonardo y Soluciones Analíticas para Latinoamérica y el Caribe, explica que la AI es “la utilización de modelos matemáticos para permitir que una máquina sea capaz de tomar decisiones acertadas como si fuera un ser humano, solo que de manera automatizada y mucho más precisa”. Lo cual ha acelerado procesos operativos en industrias como la manufacturera o las apps de servicios (UBER, Airbnb...), así como ha disminuido las posibilidades del error humano.
Con estos avances, se ha echado mano de la analítica y el Big Data para traducir una acción en patrones que al final permiten toman una decisión más acertada. La potenciación de esta recolección de datos ha permitido que los gigantes tecnológicos provean a las empresas de nuevas tecnologías para mejorar la experiencia del cliente, entregar productos con mayor valor y simplificar las tareas cotidianas, como las compras en el supermercado.
Uno de los retos es que las empresas interesadas en incursionar en la nueva transformación digital y las compañías que las proveen servicios integrales de infraestructura que hacen posibles proyectos basados en la Inteligencia Artificial, es que muchas veces no cuentan con los conocimientos suficientes para aprovechar su avance.
Por ejemplo, las empresas que solicitan bots, –los más comunes en el mercado– para atender a sus clientes: esta tecnología es capaz de interactuar con usuarios de forma natural, pero aún es perfectible, tanto en su desarrollo como en su implementación y uso.
Por otro lado, uno de los objetivos centrales de la Inteligencia Artificial es aumentar la productividad a través del análisis de escenarios para hacer predicciones y mejorar procesos. Solo los negocios que tengan claro que la AI únicamente funcionará si cuentan con objetivos claros para utilizarla, podrán crecer con su uso.
De acuerdo con Gartner, en 2020 el 75% de las organizaciones se apoyarán en analíticas derivadas del Machine Learning (ML) para mejorar la toma de decisiones a nivel ejecutivo. Asimismo, The Boston Consulting Group (BCG) dice que el mercado de ML crecerá cerca del 20% anual y, junto al desarrollo de softwares para analítica predictiva, son solo la punta de lanza de lo que se anhela alcanzar.
Las oportunidades aún se leen infinitas. La empresa Tesla con sus unidades automotrices autónomas solo son el inicio de lo que lo que se puede lograr con la AI: evitar accidentes automovilísticos gracias al automatismo y su capacidad de aprendizaje.
Hoy las empresas que deseen crecer con esta poderosa transformación digital, deberán tener claros sus objetivos. La AI y el Machine Learning no se convertirá en un commodity más entre los usuarios finales con un asistente virtual a la mano, sino que revolucionará los negocios, recortará costos, disminuirá errores, potenciará la experiencia del cliente, evitará accidentes, apoyará a la ciencia y salvará vidas.
Solo los negocios que estén listos para transformar sus industrias serán capaces de utilizar la AI a través de la Nube y alcanzará nuevas metas tecnológicas. IDC asegura que esta tecnología tendrá “una acelerada adopción para los próximos dos años, de la mano de las industrias de retail, banca, recursos naturales y eventualmente, el sector público”. AWS lo ha comprendido, y es el proveedor número uno de la Nube con esta capacidad integrada y flexible para sus clientes.
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